dc.description.abstract | Por primera vez, desde su aparición como parte del tejido asociativo
del país, diferentes organizaciones de derechos humanos nacionales se
abstienen de firmar, con su nombre, un reporte unitario sobre la situa-
ción de la dignidad humana. El clima de terror impuesto por las auto-
ridades luego de las elecciones del 28 de julio de 2024 ha ocasionado
que el trabajo de las ONG, basadas en la fórmula de las “Tres D” (Docu-
mentar, denunciar y difundir) se haya tenido que limitar, en condiciones
adversas, casi exclusivamente a documentar. Personas del entorno de
las organizaciones son parte de las más de 2.200 personas detenidas
de los comicios. Los voceros y voceras se abstienen de dar entrevistas a
medios nacionales e internacionales, en el momento que las alertas son
mucho más importantes y necesarias. La aprobación de una ley contra
las ONG, así como la designación de Diosdado Cabello como ministro de
interior y justicia, quien desde hace años ha liderado la confrontación
y persecución contra los y las defensoras de derechos humanos, ha ob-
ligado a disminuir el perfil público y tomar todo tipo de cuidados para la
mayoría de las organizaciones.
Diferentes activistas, periodistas y líderes de sociedad civil han sa-
lido del país en las últimas semanas, incluyendo aquellas que tienen
sus pasaportes anulados. Otros, preparan sus maletas. Los defensores,
acostumbrados a hablar “alto y claro”, deben moderar sus afirmaciones
y hablar en público con metáforas y subterfugios. Aunque en Venezue-
la nunca ha sido sencillo, el trabajo de levantamiento y verificación de
información se ha vuelto más complicado de lo que ya era, luego que
la detención de varios abogados ha limitado el acompañamiento a víc-
timas. Si no estuvieran detenidos y acusados de los peores crímenes
imaginables, Javier Tarazona y Rocío San Miguel hubieran sido parte
activa de este esfuerzo.
Los defensores de derechos humanos, se olvida con frecuencia, tam-
bién son seres humanos. No obstante, a pesar del temor que comparten
con el resto de la sociedad, por ellos y sus familiares, sigue intacto su
compromiso con las víctimas y procesos organizativos que han venido
fortaleciendo. Además, la convicción que uno de sus valores más precia-
dos es continuar trabajando como una comunidad de principios com-
partidos. Por ello, este esfuerzo conjunto para seguir siendo testigos de
los tiempos que les tocaron vivir. | |